Estamos seguros de que de sexo sabes un montón, pero… ¿y si hoy te propusiéramos algo diferente? ¿Has oído hablar del placereado?
Aunque tu respuesta sea afirmativa, nos gustaría darte las claves de esta técnica que es más novedosa por su nombre que por su contenido. No obstante, aunque se trate de una técnica muy sencilla, lo cierto es que se trata de algo que realizamos muy poco y nada con nuestra pareja.
Hoy te contaremos todos sus secretos, ¡acompáñanos!
¿Qué es el placereado?
¿Alguna vez has besado y acariciado largamente a tu pareja sin sentir prisa ninguna por llegar al coito?
El placereado es precisamente una técnica destinada a que puedas disfrutar al máximo del cuerpo de tu pareja, al mismo tiempo que conectas con ella y la estimulas en todos los sentidos. Está técnica está siendo muy recomendada por los sexólogos, muy especialmente a esas parejas que han perdido el interés en sus relaciones íntimas.
A continuación veremos los secretos mejor guardados del placereado para que puedas sorprender a tu chica o a tu chico con sensaciones que, casi con toda certeza, no ha disfrutado en su vida.
¿Has dejado de desear a tu pareja?
Si tu respuesta es afirmativa, no bajes los brazos que no todo está perdido. La técnica del placereado está pensada justamente para los casos en los que se ha perdido el interés por el sexo en pareja y las relaciones sexuales han llegado a aburrirles. Algo bastante frecuente en parejas que llevan muchos años de convivencia.
Lo cierto es que se ha descubierto que el placereado constituye una excelente terapia sexual, ya que tiene unas claves bien determinadas y ofrece un beneficio increíble a la relación.
La falta de deseo sexual va en aumento en la vida moderna, y si no está fundamentada en razones de salud, podría llegar a tener que ver con el estrés del día a día. Sin embargo, la mayoría de las personas no acuden a un profesional para intentar dar una solución a esta situación. Es en este caso que el placereado puede ser de utilidad.
¿Cuál es la técnica del placereado?
Se trata de una técnica muy simple que consiste en centrarse en las caricias, especialmente en aquellas zonas del cuerpo que no son consideradas como erógenas. La técnica pretende despertar el placer sexual en estas zonas para permitir así el descubrimiento de nuevas y desconocidas sensaciones.
Aunque lleves muchos años con tu pareja, esta técnica te servirá para darte cuenta de que no conocías tanto como creías las sensaciones que puedes arrancar de su cuerpo. Y una de las razones de que esto suceda, es que solemos centrarnos demasiado en las zonas erógenas y en el coito propiamente dicho.
La técnica del placereado requiere, en primer lugar, contar con un lugar tranquilo, sin interrupciones y permanecer en silencio total Asimismo, no puede faltar un buen aceite aromático a base de agua para el masaje, que ha de comenzar desde la punta de los dedos de los pies hasta el cuello, incluyendo las piernas, los muslos, la cadera, la espalda y la nuca.
Como hemos dicho, esta técnica impide en principio acariciar las zonas erógenas, a las que llegarás cuando la excitación de tu pareja sea palpable. Si sigues estas indicaciones, la técnica del placereado logrará despertar el deseo de ambos y conectar vuestros cuerpos y mentes hasta conseguir una experiencia que refuerce el vínculo de la pareja.
3 pasos de la técnica del placereado
Sigue estos sencillos pasos de forma fiel y te aseguramos que onseguirás unos excelentes resultados.
Primer paso: el momento del descubrimiento
En esta primera fase de caricias, la pareja debe turnarse para masajear y acariciar el cuerpo del otro. La exploración ha de llevarse a cabo evitando en todo momento tocar zonas erógenas como genitales o pezones.
Una vez termine esta fase ya podéis comunicaros. Es el momento de compartir las sensaciones obtenidas, contar qué zonas han sido más o menos placenteras para aprender uno del otro.
Segundo paso: caricias íntimas
Ahora sí, llega el momento de dedicarnos en cuerpo y alma a las zonas más sensibles del cuerpo de nuestra pareja. De esta forma se logra un equilibrio con las caricias que hemos brindado anteriormente.
Esta es la fase en la que también hemos de tener en cuenta las zonas que más placer han causado en la anterior e incluirlas con las zonas erógenas.
Tercer paso: el sexo propiamente dicho
Esta última fase ha de incluir las dos anteriores, con la diferencia de que se puede culminar con el acto sexual, si a ambos les apetece.
Algo fundamental es disfrutar del aquí y ahora, sin prisas ni interrupciones. Es importante mantener la calma durante todo el proceso y continuar con las caricias que no se han de olvidar ni siquiera durante el coito.
También es interesante, para que la mente y el cuerpo se preparen para la próxima vez, programar un nuevo encuentro para poner en práctica la técnica. De esta forma, la espera mantendrá vivo el deseo.
¿Conocías ya la técnica del placereado? ¿La has puesto en práctica alguna vez? ¿Cómo te fue con la experiencia?