A estas alturas ya habrás oído hablar repetidamente sobre el sexo tántrico y sus técnicas destinadas a alcanzar el éxtasis tanto físico como espiritual. Pero… ¿sabes realmente cuáles son los ingredientes fundamentales para lograr un orgasmo increíble?
A continuación te contaremos los cinco secretos mejor guardados de nuestras chicas y chicos masajistas para alcanzar orgasmos inolvidables usando como herramienta principal el sexo tántrico.
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Sexo tántrico sinónimo de sexo liberador
Bien es sabido que el sexo tántrico es sinónimo de erotismo mezclado con masajes íntimos liberadores, de horas de placer estremecedor, de permanente autoconocimiento y de contacto con lo Divino a través del placer que recibimos en nuestros genitales y las demás zonas erótcas.
Y si a todo esto le sumamos los conocimientos esenciales de una experiencia milenaria como el Tantra, tenemos como resultado de la ecuación una práctica mística y sexual completa y totalmente adictiva.
¿Pero qué pasa con el orgasmo?
Lo cierto es que el sexo tántrico es liberador en muchos, muchísimo aspectos. Y uno de ellos es que su objetivo final y fin último no es alcanzar el clímax. De esta forma, al quitarnos la presión de obtener forzosamente un resultado objetivo, nos permite disfrutar de un aquí y ahora sin limitaciones.
Sin embargo, también es cierto que si es el orgasmo quien nos alcanza a nosotros, será más que bienvenido, ¡por supuesto!
5 secretos de un sexo tántrico con orgasmos increíbles
Ya sea con tu masajista tántrica como con tu pareja habitual, el sexo ha de estar condimentado con aditivos capaces de hacer milagros a la hora de alcanzar el tan ansiado orgasmo. Y estos aditivos son tan simples que muchas veces tendemos a olvidarlos y se convierten en un insondable secreto para la mayoría de las personas.
¿Vamos a ver cuáles son estos cinco aditivos olvidados?
1. Intercambio de largas e intensas miradas.
El sexo tántrico ha de ser íntimo y personal. Por lo que el primer secreto para alcanzar una armónica intimidad es mirarse profundamente a los ojos cuando estéis viviendo esa intensa experiencia mística y sexual. Intenta ver en las pupilas de tu pareja qué siente, qué desea y pon todos tus esfuerzos en captar cada detalle de sus emociones y de sus pensamientos.
Pero por sobre todas las cosas, miraos larga e intensamente en el momento preciso en que estéis por alcanzar el orgasmo. Os auguramos una experiencia mágica, íntima, profunda, irrepetible.
2. Explora al límite la sensualidad de tu pareja.
Este es un punto crucial en el sexo tántrico: sentir cada porción del cuerpo del otro mediante masajes, caricias y tocamientos eróticos puede llegar a convertirse en la clave para alcanzar el orgasmo definitivo.
3. Vive el aquí y el ahora.
Impide que pensamientos devenidos del exterior empañen esas sensaciones que invaden cada poro de tu piel gracias al Tantra. Abandona toda preocupación y emoción que no tenga que ver con el momento presente y solo encárgate de disfrutar de la maravillosa oportunidad que la vida te está ofreciendo.
4. Agudiza tus cinco sentidos.
El sexo tántrico te brinda una experiencia sensitiva profunda, por lo que has de estar plenamente consciente de tocar, mirar, paladear, oír y oler. En definitiva, explorar las sensaciones que tu cuerpo recibe a cada momento y comprender qué es lo que te apetece y lo que no.
Una de las mejores formas de agudizar los sentidos durante el sexo tántrico es colocarse una venda en los ojos. Os aseguramos que descubriréis un mundo fantástico y repleto de colores y matices insospechados.
5. ¡Se acerca el orgasmo!
No nos cabe duda de que así será si ponéis en práctica los cuatro consejos anteriores. Y este es el momento de no dejarse llevar por las prisas. Es cuando has de hacerte plenamente consciente de tu cuerpo y retrasar lo más posible esa explosión final de la energía Kundalini que se va apoderando de ti.
Utiliza para ello la respiración y la fuerza de tu voluntad hasta que ya no puedas aguantar más. Entonces sí llega el momento de dejarte ir y de comenzar a disfrutar del apasionante viaje en el que estás inmerso.
En definitiva, el Tantra nos enseña que hay que disfrutar del viaje y dejar de estar pendiente de llegar al final del camino. Y todo esto sin descuidar la confianza y diversión que supone el sexo y la espiritualidad que nos ofrece el Tantra.