Estamos seguros de que has escuchado hablar del sexo vainilla más de una vez y te has quedado pensando… ¿y eso exactamente qué es? No, no tiene nada que ver con el helado ni con ningún otro postre de vainilla utilizado como fetiche sexual.
A lo largo de este artículo vamos a contarte todo lo que necesitas saber del, a veces, mal conceptuado sexo vainilla.
¿Nos acompañas y al finalizar la lectura nos cuentas si es o no el tipo de sexualidad que tú practicas?
¿Qué es el sexo vainilla?
Lo primero que has de saber es que este término, con claras referencias gastronómicas, no es algo que haya surgido recientemente. Por el contrario, fue acuñado en la década del 80 y ha vuelto a renacer debido a las prácticas sexuales del Bondage, Disciplina, Dominación,
Sumisión, Sadismo y Masoquismo (BDSM). Prácticas que a su vez toman impulso a partir del éxito de la saga y posterior película: “Cincuenta sombras de Grey”.
Quienes hablan del sexo vainilla recurren a la gastronomía para encontrar en ella la que, para algunos, es su descripción perfecta. Como es un término que surge para
contraponerse al sadomasoquismo, suele ser considerado por quienes realizan estas prácticas más extremas, como algo aburrido. Pero… ¿por qué tiene que serlo!
Un conocido practicante del BDSM lo ha explicado tomando como ejemplo a una heladería. Imagina que alguien te invita a comer un helado, tienes decenas de espectaculares sabores para elegir y, después de mucho pensar, finalmente te decantas por uno de vainilla. Es decir, el gusto de siempre, el que no supone cambios, fantasías, sorpresa ni riesgo alguno.
¿Eres de esos? ¿Terminas eligiendo siempre el mismo “sabor” en la cama? Entonces ¡felicidades, practicas el sexo vainilla!
Ahora mismo te estarás preguntando con cara de asombro por qué te felicitamos si en apariencia esto puede no ser divertido. Es que el sexo vainilla no tiene absolutamente nada de malo. Cada pareja es un mundo. Si el sexo tradicional te hace feliz y estás conforme con él, no tienes por qué sentir la necesidad de buscar algo más.
Otra forma más simple de definir el sexo vainilla es decir que se trata de todo lo que no incluya prácticas sadomasoquistas o fetichistas. No obstante, esta definición es demasiado llana y radical puesto que la sexualidad no solo es el acto en sí mismo sino que también incluye lugares donde practicarla, lencería erótica o disfraces, juguetes sexuales o fantasías de los más diversos tipos.
Por último, ¿sabes que también existe el concepto de “vainilla partner”? Se refiere a uno de los miembros de la pareja que no tiene interés en descubrir prácticas sexuales nuevas y no da espacio al otro para que experimente formas diferentes más allá del sexo vainilla.
¿Qué es lo normal en el sexo?
Si vamos a la respuesta estándar podríamos decir que el “sexo normal” es el que se realiza dentro de una pareja hetero, con los preliminares típicos que terminan en la posición del perrito o la del misionero. Puede incluir o no sexo oral, abrazos, besos y muchos “te amo”. Al finalizar, es habitual que no falte una buena peli, pizza y cervezas.
Cabe destacar que si el sexo se practica entre homosexuales o personas trans* se denomina vainilla cuando se realiza sin penetración.
Pero… ¿quién está capacitado para juzgar qué es lo bueno o qué es lo malo? Ya te lo decimos nosotros: nadie. Si eres feliz con tu forma de vivir tu sexualidad, ¡adelante! no tienes nada que cambiar.
En todo caso, la normalidad en el sexo es aquel acto que practican dos personas, de común acuerdo y disfrutando de ello el máximo posible.
El sexo vainilla desde el punto de vista de sus defensores
Quienes pertenecen orgullosamente al “bando vainilla” opinan que cuando existe una fuerte y real atracción sexual, cualquier gesto de su amante les es más que suficiente para sentirse plenamente excitados.
Ellos defienden que la piel es la lencería erótica más excitante y que no les hace falta ningún tipo de fantasía ni despliegue con juguetes para sentir fuertes emociones y un placer tremendamente intenso.
Al mismo tiempo, los vainilla no comulgan con la ansiedad ni la tensión en el sexo. Creen en la entrega total y la confianza como forma de disfrutarlo. Tampoco creáis que los vainilla son unos santos que todo lo perdonan, por el contrario, acusan a los que practican sexo más duro de que pierden la capacidad de excitarse y pasan a depender de estímulos cada vez más intensos y retorcidos.
En resumen, quienes practican el sexo vainilla se defienden con uñas y dientes de aquellos que creen que sus formas están exentas de fantasía y de audacia.
Ahora bien, tras leernos, ¿has logrado definir tu forma de vivir la sexualidad? ¿Con qué “bando” te identificas mejor?